Parecen cosas distintas, el entrenador prepara a un equipo que puede haber costado millones y millones de euros para ganar un partido o una serie de partidos, mientras el maestro enseña para preparar al alumno para el futuro. Sin embargo, como vamos a ver, en realidad no son tan distintos como parece, son prácticamente iguales.
La principal misión del entrenador de fútbol y de un profesor es enseñar. Para poder enseñar, el entrenador debe tener conocimientos y saberlos transmitir, al igual que un profesor tiene la obligación de estar al corriente de las diferentes noticias que rodean a la materia.
El profesor y el entrenador tienen que ser didácticos, directos, claros y tener el crédito y el respeto de sus alumnos o jugadores. Tiene que transmitir los conocimientos de tal manera que puedan ser asimilados fácilmente.
El entrenador debe conocer bien a sus jugadores, al igual que un profesor a los alumnos, ya que cada uno es diferente y se le debe tratar de forma diferente; de no ser así, la clase o equipo sería un completo desastre (por ejemplo, en el equipo de fútbol no habría ningún jugador especializado en una posición concreta). Debe haber comunicación entre profesor/entrenador y alumno/jugador. Es necesario conocer cuál es la motivación del alumno o jugador y cuál es el sistema de motivación o enseñanza adecuado para maximizar sus resultados.
La principal misión del entrenador de fútbol y de un profesor es enseñar. Para poder enseñar, el entrenador debe tener conocimientos y saberlos transmitir, al igual que un profesor tiene la obligación de estar al corriente de las diferentes noticias que rodean a la materia.
El profesor y el entrenador tienen que ser didácticos, directos, claros y tener el crédito y el respeto de sus alumnos o jugadores. Tiene que transmitir los conocimientos de tal manera que puedan ser asimilados fácilmente.
El entrenador debe conocer bien a sus jugadores, al igual que un profesor a los alumnos, ya que cada uno es diferente y se le debe tratar de forma diferente; de no ser así, la clase o equipo sería un completo desastre (por ejemplo, en el equipo de fútbol no habría ningún jugador especializado en una posición concreta). Debe haber comunicación entre profesor/entrenador y alumno/jugador. Es necesario conocer cuál es la motivación del alumno o jugador y cuál es el sistema de motivación o enseñanza adecuado para maximizar sus resultados.
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